Afición
- Manolo Borrego
- 13 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Tal y como puede leerse en nuestro manifesto, no hay fútbol sin un aficionado que lo vea lo grite y lo cante. Mucho son los aficionados que a lo largo de la historia de nuestro fútbol han hecho de su equipo una forma de vida.
Jesús Agirrezabala “Jesús el Txapela”
En San Mamés se ven muchas txapelas, de diversas formas y colores, pero hay una muy especial, la de Jesús Agirrezabala, la Txpela del Athletic. Con los “Artaburuak”, junto a los que se sienta, este vizcaíno es uno de los athleticzales más famosos de San Mamés. Famoso por su txapela llena de pines y su grito de “garrote”, a sus 85 años lleva 75 años de hincha y casi 50 de socio. En Belmonte (Cuenca) una peña le rinde homenaje: peña La Chapela del Athletic.

José García

La historia de este jugador es un claro ejemplo de romanticismo en el fútbol. Hace algo más de diez años, el famoso programa El día Después, de Canal +, ofrecía las imágenes de un niño que se desgañitaba animando a Osasuna, en las gradas de El Sadar. La secuencia de aquel niño descontrolado y sin camiseta que arrancaba las carcajadas de los aficionados que se encontraban a su lado tuvo una enorme repercusión, y José García se convirtió en uno de los aficionados más jóvenes y fieles del club pamplonica.
Sin embargo, José no solo defendía los colores de su equipo en la grada, también lo hacía en el campo. Desde muy pequeño formó parte de las categorías inferiores de Osasuna, disputando varios torneos con la elástica rojilla. Hoy día, José García (Pamplona, 13 de enero de 1997), ese pequeño hincha, se desenvuelve en el césped con desparpajo y ya se ejercita con el primer equipo de Osasuna. Formado en el Sanduzelai, club del barrio de San Jorge, José García es un mediapunta habilidoso, con un poderoso tren inferior y facilidad para filtrar el último pase.
Macarty
Pascual García de Quirós, conocido popularmente en Cádiz como Macarty, fue el primer “loco” que durante los años setenta se enfundaba la elástica amarilla para lucirla con orgullo allá donde fuera; algo poco común lo de vestir con camisetas de fútbol en aquella época. Macarty era un aficionado de los de verdad, disfrutaba con las victorias y lloraba con las derrotas de su equipo. De cuerpo pequeño y regordete, Macarty solía ocupar cada domingo el banco de pista de la antigua tribuna para alentar a su Cádiz. Todos los presidentes, entrenadores, jugadores y miembros del cuerpo técnico, consideraron (y a día de hoy lo siguen haciendo) a Macarty como uno más dentro del club y por supuesto estandarte de la afición cadista. El que durante mucho tiempo fuera el jugador número 12 del Cádiz CF, fallecía en 2007 a los 63 años de edad.

Sangría
Sportinguista gijonés que durante los años 60 y 70 era habitual en los partidos de El Molinón. Dada su humilde condición, el propio club le permitía el acceso al campo donde era bastante conocido. Antes de cada partido, Sangría saltaba la valla y daba una vuelta al campo con su bandera, arrancando los aplausos y las risas de la afición.
Cabe destacar la curiosa anécdota de que un día, en un partido declarado de alto riesgo, la famosa vuelta al campo de Sangría fue interrumpida por los grises. Sujetándolo del brazo y con el partido a punto de empezar, le llevaron por delante del fondo Norte, y parte de la tribuna Oeste hasta el túnel mientras recibían uno de los mayores abucheos que se han visto en El Molinón. Una vez allí, el mítico delantero sportinguista Pepe Ortíz les explicó quién era Sangría y de qué iba la cosa, que por favor entraran en razón. Finalmente permitieron que "Sangría" volviese a su sitio, por supuesto ovacionado por el respetable.
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